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jueves, 3 de abril de 2014

Preguntas y respuestas sobre el Balkan Flexipass

En los últimos días he recibido algunos emails con dudas respecto a hacer un viaje con el Balkan Flexipass. En la primera entrada ya hice un FAQ del funcionamiento del pase, por lo que con esta entrada  procuraré contestar a algunas preguntas que me han hecho, por si le sirve de ayuda a más gente que esté pensando en hacer el viaje, ya que se acerca el verano y es la época en la que lo planeas.

1. La primera y más importante... ¿vale la pena?
Si habéis leído el blog entero posiblemente penséis que diré que no... pero sí, rotundamente, vale la pena. Las experiencias que vivirás, buenas o malas te marcarán, y mientras regreses sano y salvo te quedarás con un gran recuerdo del viaje. 
Aunque aclaro que no lo repetiría, con una vez que vivas la experiencia es suficiente. 

 2. ¿Es de fiar el Balkan Flexipass?
Sí, aunque en Internet haya información prácticamente nula al respecto, es un pase tan válido como el famoso Interrail y no tendréis ningún problema en usarlo dentro de los países inscritos. 
Añado, como decía en la primera entrada, que es mejor comprarlo en país en el que aterricéis, ya que saldrá mucho más barato que por Internet.

3. ¿Cómo es el billete?


El billete tiene esta forma, donde tendrás que ir apuntando las fechas en las que viajar tal y como explicaba en la primera entrada. 
Además tendrás otro billete en el que tendrás que escribir las ciudades de salida y de llegada, a modo de diario. Algo así:



4. ¿Qué pasa con Grecia, Croacia, Bosnia...?
Algunos como Grecia y Bosnia están incluidos en el Balkan Flexipass, pero por razones de cada país, cancelaron las líneas de tren internacionales hacia ellos. Por lo tanto, si queréis ir tendréis que coger un bus que vaya a estos países (cuesta unos 20€ aprox. el trayecto). En este caso deberíais replantearos el usar el balkan flexipass. Una vez dentro del país si podréis utilizar los trenes nacionales, aunque algunos países como Grecia cobran un recargo por el asiento.
Croacia y Hungría no están incluidas en el Balkan Flexipass, por lo que ir encarecería el viaje. Lo ideal es empezar o acabar el viaje en una de ellas.

5. ¿Cómo ir a Turquía?
Se puede llegar a Turquía desde dos destinos. Se llama el Bosphorus Express en ambos casos, ya que en cierto punto los vagones se unen convirtiéndose en un único tren (en Dimitrovgrad, Bulgaria).
Hay dos opciones: salir de Bucarest, a las 12:13, llegando a Estambul a las 7.50 (unas 20 horas de viaje), o salir de Sofía a las 18:55 llegando a Estambul, claro está, a las 7:50 (porque es el mismo tren). 
Cuidado a la vuelta, que sale de Estambul a las 22:00, ya que en Dimitrovgrad el tren se divide en dos, uno que va a Bucarest y otro a Sofia. ¡No os equivoquéis de vagón o acabaréis en otro destino!
Aquí están los detalles: http://www.tcdd.gov.tr/tcdding/avrupa_ing.html

6. ¿Hace falta visado para Turquía?
Sí, lo compraréis al llegar a la frontera de madrugada. Cuesta 10 libras o 15 € o 20 $. También vale con el DNI (te darán un sello portátil).

7. ¿Hace falta el pasaporte?
No es necesario, pero sí recomendable por si acaso. Sin embargo, con el DNI podrás entrar y salir de todos los países incluidos en el balkan flexipass.

8. Planead las escalas con mucho margen.
Si no es estrictamente necesario, no dependáis de una escala entre trenes menor de 2 horas. Los trenes son muy lentos y lo normal es que se retrasen considerablemente. 

9. ¿Cuánto se tarda en ver las ciudades?
Depende del tipo de viajero que seas. Si eres de los que disfruta con el ambiente, las calles, las infraestructuras... necesitarás generalmente un día menos que el viajero al que le gusta entrar en todos los museos, edificios religiosos, palacios... 
Las ciudades que más tiempo os deberían quitar son Estambul y Budapest (en caso de ir), cerca de 3 días.
En el resto no deberíais pasar mucho más de un día. 

10. ¿Cuál es el precio aproximado del viaje?
Esto depende aún más del tipo de viajero que seas. Si eres un estudiante con un presupuesto muy escaso que se nutra de bocadillos y no entre en muchos monumentos de pago, el viaje rondará los 500-600€. De ahí sumadle los caprichos si vais a restaurantes a comer, os apuntáis a todo tipo de turismo...

11. ¿Se puede llevar maletas?
Generalmente tendréis alguna consigna en todas las estaciones donde dejarlas, pero en algún momento del viaje tendréis que cargar con ellas también. No es el fin del mundo, pero es mucho más recomendable llevar una mochila de acampada.

12. Tours guiados gratuitos.
En la mayoría de las ciudades se organizan tours guiados gratuitos (se acepta la voluntad). Por poco dinero (o nada), disfrutarás y aprenderás mucho más de la ciudad en la que estés. 

13. ¿Alguna pregunta más?
Si tenéis alguna duda no resuelta con el blog, no dudéis en preguntar en los comentarios o escribidme a dcuendaf@gmail.com e intentaré echaros una mano!

miércoles, 2 de abril de 2014

Día 16. Última parada: Bruselas

Y con esto llego al final del diario. Como comentaba, Bruselas no forma parte del Balkan Flexipass, sino que fue un capricho del destino que Ryanair tuviera que hacer escala aquí, por lo que aprovechamos y la cogimos de un día para poder ver la capital de Europa.

He de decir que Bruselas fue de las mayores decepciones del viaje por sus altas expectativas.

Para empezar, cuidado con el sablazo que pega Ryanair con el shuttle bus que te lleva del aeropuerto de Charleroi a Bruselas. Unos 30 € que dolieron mucho, más que el vuelo.

El manneken pis (el niño meando), la catedral, el parlamento europeo, la Grand Place... y si tienes tiempo, el Atonium (tienes que coger transporte aparte). Lo malo de Bruselas es que está todo muy desperdigado, y andas mucho para ver poco.






Y con esta entrada llego al final del blog, al menos del día a día. Si has llegado hasta aquí, ¡gracias! Y espero que haya servido para decidir el itinerario del viaje y resolver dudas del Balkan Flexipass con más datos, que es el objetivo del blog.

Día 14 y 15. Budapest

El primer dia en Budapest no fue especialmente fácil... y es que es una pena como una decisión tan común como elegir hostal puede fastidiarte el viaje.

Llegamos por la mañana y fuimos directos al hostal, que estaba bastante alejado del centro de la ciudad (primer error). Budapest es una ciudad muy grande, así que hay que tener cuidado con el lugar donde te hospedas.

Al llegar no había manera de entrar en la "urbanización" porque la puerta funcionaba con un código numérico del que no disponíamos, por lo que nos tocó esperar hasta que a alguien le apeteciera salir o entrar a su casa.

Una vez dentro de la "urbanización", no sabíamos a donde ir. Distintos bloques de pisos que rodeaban un descampado. Incluso llegamos a meternos en alguna casa ajena, lo cual sirvió para que nos dijeran donde estaba el hostal.

El hostal era la casa de un señor que había puesto biombos en la única habitación que tenía para hacer separación de "habitaciones", mientras que él dormía, con su hijo de 7 años en una pequeña cocina. Al ver esto, habiendo reservado dos habitaciones dobles privadas, nos quejamos y el dueño nos ofreció una alternativa. Un apartamento para cuatro personas que tenía algunos pequeños inconvenientes: no tenía ni luz, ni agua caliente. Casi nada. Pero allá que nos fuimos, porque aún así era mejor que los biombos.

Cuando descubrimos que la puerta que daba a la calle no cerraba nos indignamos del todo y fuimos de vuelta al hostal original a quejarnos y pedir volver allí o que nos devolviera el dinero... claro, que este señor húngaro se enfadó aún más y nos amenazó varias veces, hasta el punto de dejar de hablarme y llamar a un intermediario (el dueño del apartamento) para tratar el tema. Lo típico cuando acabas de llegar a una nueva ciudad, ¿no?

Al final, puesto que no quería pasarme uno de los dos días discutiendo con este señor, accedimos a quedarnos en el apartamento.

Y ahora toca lo bueno...

Budapest es una ciudad espectacular, para mi gusto, la mejor de todo el viaje. Recomiendo coger el tour gratuito guiado para que os cuenten la historia del lugar (también en español).

El Danubio, el Parlamento, el Puente de las Cadenas, la Catedral, las termas... tiene muchas cosas que valen la pena, pero sobre todo, andar por sus calles.

Aunque para terminar, otro ejemplo de la simpatía húngara. Cuando en el metro la máquina no funcionaba, los revisores de billete (en lugar de tornos hay personas que te dan acceso) se desentendieron totalmente. "No es nuestro problema". Por suerte, una pareja de estudiantes se portaron estupendamente y nos dieron billetes que tenían de sobra, por lo que al final me quede contento con la gente de Budapest.

Y aquí acabó nuestro viaje por los balcanes, pasando la noche en el Aeropuerto de Budapest. Sin embargo, aún quedaría una última parada debido a la escala que hacía Ryanair en Bruselas.






Día 13. Novi Sad, la playa de Serbia.

Tras ver Belgrado nos preparamos para el primer día de turismo de relax del viaje.

En 2006 Montenegro se independizó de Serbia, perdiendo esta última las zonas de playa que tenía. Esto impulsó aún más el turismo hacia Novi Sad, el principal destino veraniego de los locales.

Esto se debe a que en Novi Sad se encuentra desde 1911 "la playa", una adaptación del río Danubio en la que te puedes bañar, si te atreves.

La entrada cuesta 1 €, y aunque verás carteles de prohibido bañarse a lo largo de toda la playa... no parece que le importe mucho a la gente.




Y tras 13 días, se nos acabó el Balkan Flexipass, pero ya que estábamos tan cerca aprovechamos para ir a Budapest.
El billete de tren de Novi Sad a Budapest costó unos 15 € (el asiento, con cama era más), por lo que si teneis la oportunidad no os la perdáis.

Día 12. Belgrado

El tren de Skopje a Belgrado, por suerte, fue más normal e incluso pude dormir (no lo hacía desde la noche en Sofia).

Llegamos a Belgrado temprano por la mañana y fuimos directos al hostal, que estaba a una buena caminata. Estábamos tan cansados que, aunque aún no podíamos hacer check-in, nos quedamos esperando en los sofás a que llegara la hora en lugar de ver la ciudad.

Belgrado es famosa únicamente por una cosa... su vida nocturna. Lo malo es que nosotros fuimos un domingo, así que no hubo gran cosa.

Como ciudad, no hay mucho que ver en concreto. Básicamente pasear por sus calles y parques, especialmente por la fortaleza de Kalemegdan, un extenso terreno en el que puedes disfrutar de las vistas de Novi Beograd, y principalmente del punto en el que se unen los ríos Danubio y Sava.





Mi recomendación... si vais a Belgrado, conseguid que cuadre en fin de semana!

Día 11. El tren de la bruja hacia Skopje.

La noche que ibamos de Sofia a Skopje tuvo el mayor contraste del viaje.
El primer tren, de Sofia a Skopje, fue realmente ameno. Mucha gente de buen rollo que invitaba a hacer botellón como teníamos pensado, hasta que vimos gente de mediana edad sentarse en nuestro vagón. Claro, que eso fue hasta que estos se sacaron sus botellas de 2 litros de cerveza y sus vasos de plástico, además de botellas de ron para hacerse cubatas.
Por si acaso me quise asegurar…

-          Perdone… ¿es legal beber en el tren?
-          ¡Pues claro!

Tras lo cual empezaron a comentar entre ellos mi (estúpida) pregunta, entre risas.
Así que fue un pequeño viaje con alcohol y conociendo historias de la gente del tren, muy amables.
Esta vez no nos obligaron a coger cama, pero sí asiento (que costó unos 2€), por lo que la “fiesta” se desarrollaba en un vagón normal. Claro, que como no había camas hubo gente que improvisó alguna entre los vagones…



Hasta que llegamos a la estación de Nîs en Serbia. Eran las 12 y estaba prácticamente desierta. Poca gente había tenido la misma idea de ir hasta Skopje como nosotros.
Tras una eterna espera, intentando dormir de algún modo en el frío y duro suelo de la estación, llegó el tren que iba a Skopje.
Para este tren vale con tener el balkan flexipass, por lo que no hay que pagar extra.
En teoría había 4 horas de Nîs a Skopje. Parecieron 4 días.
Si de pequeños disfrutabais con el tren de la bruja os gustará este tren. Pero hay que cambiar algunos detalles…

-       -   No tendréis asiento, y el único hueco que tendréis será un angosto pasillo lleno de gente.
-        -  Los compartimentos estarán principalmente llenos de la población gitana de Macedonia. A pesar de que haya asientos vacíos dentro, no podrás acercarte.
-         -  Todo el mundo estará fumando al lado de los carteles de prohibido fumar. Incluso cuando aparece un revisor y crees que lo dejarán, te das cuenta de que él también va fumando.
-          -  Procesión gitana a lo largo del pasillo durante toda la noche.

Situación gráfica en el tren hacia Skopje

Dicen que tu cerebro elimina de la memoria los malos momentos, y por eso creo que me estoy quedando corto, pero fue el peor momento del viaje sin lugar a dudas, incluso algún integrante acabó vomitando.
Una vez llegados a un punto perdido en el campo macedonio, nos hicieron montar en un autobús que por fin nos llevaría a la estación de Skopje.

 Nada más llegar sufrimos un acoso de los taxistas denunciable, siguiéndonos a todos lados para que nos montáramos.

Tras despistarlos y casi perdernos, llegamos al centro de Skopje. Para mi gusto, es una ciudad bonita que será mucho mejor en unos años, ya que el 70% de esta está en obras de construcción-restauración, por lo que las grúas la ensucian un poco. 

Posiblemente, si sufres las penurias que sufrimos nosotros para llegar, Skopje no te merecerá la pena, e incluso la odiarás. Solo la disfrutarás si logras olvidar lo que has pasado unas horas antes, si no, no te compensará el viaje.

Skopje tiene bastante historia reciente, el museo del holocausto, de Teresa de Calcuta…  pero si vais, con un día es más que suficiente. 








Día 10. Monasterio de Rila

De nuevo tocaba madrugar, esta vez para ir a otra de las atracciones turísticas de Bulgaria: el monasterio de Rila.

El monasterio de Rila es un conjunto religioso a unas 2 horas en bus que cuesta unos 11€, mientras que la entrada al monasterio es gratis.
IMPORTANTE: No se puede entrar con los hombros o las piernas descubiertas. Un pañuelo puede venir bastante bien.



El monasterio en sí no tiene gran cosa, aunque está en una localización muy bonita.
Aunque si por algo recordamos este tramo del viaje, fue por el bus de vuelta. En la calle hacía un calor insoportable, y para colmo al autobús se le estropeó el aire acondicionado... y salía caliente. Esto sumado a que estábamos en los asientos de atrás, donde no corre nada de viento, hizo las dos horas de viaje muy, muy duras.
Una vez de vuelta en la capital, la vimos de nuevo y nos pareció más bonita que el primer día. Pero la verdad, no nos dio ninguna pena volver a la estación de tren para dejar, por fin, Bulgaria atrás.

La aventura continuaría dirección Belgrado, aunque pararíamos en Nïs a la 1 de la mañana para coger dos horas después un tren hacia Skopje.